Los anuncios realizados por Vision Solutions en Agosto pasado confirmaron lo que la empresa ya había anticipado antes en entrevistas con prensa y coloquios con sus partners: Vision Solutions lanzó un nuevo producto para el entorno Enterprise y mantiene la oferta del producto iTERA para entornos “SMB”.
Para muchos observadores y expertos esta decisión resulta sorprendente. De hecho, no es lo que típicamente ocurre después de la fusión de dos empresas de software. Típicamente, poco tiempo después de la fusión, la empresa anuncia que uno de los productos será descontinuado en una fecha determinada, y a los usuarios del otro se les invita a migrar al producto que continúa.
Muchos piensan que mantener dos productos no es económico para la empresa. Pero para nosotros, como partner de Vision Solutions, la decisión de la empresa tiene mucha lógica. Para explicar esta lógica nos servimos también de nuestra larga experiencia como desarrolladores de productos, además de partner de Vision Solutions.
Los productos de software tienen un ciclo de vida. Algunos nacen para satisfacer requerimientos concretos de un usuario y después evolucionan. Otros tienen en su origen una abstracción realizada por un desarrollador, después de realizar desarrollos de una funcionalidad parecida para varias instalaciones. En cualquier caso, cuando el producto inicial se enfrenta a sucesivos usuarios y sus requerimientos, empieza a incorporar más y más funcionalidades, que a veces no se llevan muy bien con la arquitectura inicial del producto.
La explosión de funcionalidad hace el producto cada vez más pesado, hace más compleja su implantación y gestión, y su código cada vez más difícil de mantener. Si eres usuario de MS Office, ¿cuántas veces pierdes mucho tiempo para encontrar la opciones que quieres utilizar? Y ¿qué porcentaje de las posibilidades del producto utilizas? Por otro lado, el coste de mantenimiento del software es muy alto.
Los usuarios que necesitan mucha funcionalidad no tienen otra alternativa que usar este tipo de software, salvo que decidan encargar un desarrollo a medida, lo cual es costoso (y en caso de Continuidad de Negocios, inviable).
Pero, ¿qué pasa con las instalaciones con requerimientos sencillos que necesitan una solución fácil de implantar y gestionar? Normalmente acaban usando productos excesivamente complejos para ellas. Pero en los últimos años empezó a surgir otro tipo de productos: son aquéllos, cuyo autor decide dirigirse a un tipo de usuarios específico y hace una buena definición inicial de las funcionalidades, necesarias para ese tipo de usuario. Después también tiene que saber filtrar adecuadamente las peticiones de mejora. Los usuarios siempre piden más, pero sin darse cuenta, que al incorporar todas las opciones se pierden los valores básicos: la simplicidad y la facilidad de gestión.
Los desarrolladores de iTERA supieron ver claramente esta problemática. Lanzaron un producto sencillo, con una arquitectura que permite facilidades muy buenas, pero a su vez limita sus posibilidades de crecimiento.
En conclusión: una empresa que ofrece un único producto, siempre limita su mercado. Si limita el desarrollo para mantener el producto simple, no satisface a los usuarios complejos y exigentes. Si incorpora todo lo que se le pide, el producto se vuelve “insoportable” para los entornos sencillos.
Por ello pensamos que la decisión de Vision Solutions de mantener en el mercado dos productos de un perfil muy diferente es totalmente acertada. Y para las instalaciones que se deciden por el producto simple y después crecen y se vuelven sofisticadas, Vision Solutions abre la vía de migración económica que protege su inversión.