En el comienzo de los años 90, mi amigo Alberto Saavedra, hombre siempre muy inquieto, intuyó una oportunidad de gran negocio. Se trataba de la primera conexión de PC con AS/400. Entonces Alberto tuvo un amigo Chino, excepcional programador, que no vaciló en mudarse a casa de Alberto, donde se encerraron los dos durante 3 meses y desarrollaron la conexión.
Alberto consiguió un contrato para vender a una empresa 5.000 copias. Entonces, según sus propias palabras, ya se veía conduciendo un Ferrari por las autopistas de California.
Pero como aquel producto requería un hardware, se necesitaba un capital para producir las 5.000 copias. Alberto consiguió entonces un inversor, con la condición de revelar el nombre del cliente final. Y sucedió que finalmente, ni se supo cómo, el espabilado inversor hizo el negocio directamente con el cliente final y dejó a los dos desarrolladores fuera del negocio.
Un producto de software es típicamente una aplicación o conjunto de aplicaciones desarrollado por una empresa para ser utilizado por múltiples clientes, negocios o consumidores. Así lo define Wikipedia. Después Wikipedia, en mi opinión también muy correctamente, indica que lo contrario a producto de software es un desarrollo a medida para un solo cliente.
Con los productos de software ocurre como con los millones de chavales en el mundo que juegan al futbol, pero muy pocos de ellos llegan a jugar en la Champions League. Los hay que llegan a la tercera regional y otros que acaban jugando futbol sala con un grupo de amigos los sábados por la mañana.
Durante mi carrera informática de ahora ya 35 años, trabajé con productos propios (uno de ellos llegó a tener 800 instalaciones y se instaló en 24 países) y con productos de otras empresas. He visto muchos otros productos como usuario, competidor o como simple observador, siempre intentando comprender qué hace que algunos productos lleguen a tener un rol predominante en su mercado.
Ese producto propio que acabo de mencionar lo desarrollé a partir de una experiencia de 40 instalaciones de un paquete contable para S/3 y S/32. La mayoría de las 40 instalaciones acabó con un desarrollo adicional, generalmente no cobrado. Fue en Venezuela en el año 1979. Entonces convencí al propietario de la empresa que desarrolláramos un software que tuviera la respuesta a todos aquellos requerimientos, sin modificar los programas. Todas las modificaciones gestionadas por tablas externas. El desarrollo fue largo y costoso, pero logramos nuestro objetivo.
¿Y el resultado económico con las 800 instalaciones? El software, indudablemente ayudó a la empresa a crecer. Pero nunca llegó a generar dinero suficiente para desarrollar, con el mismo concepto, todo lo que hoy se llama un ERP. Y entonces, cuando en los años 90 el mercado empezó a pedir “la solución completa”, comenzó un declive.
El producto se llama CG/IFS. Y digo “se llama” porque aún hoy en España hay empresas importantes que lo utilizan. Hoy pienso que su principal problema de marketing fue que al no requerir modificaciones de software, generaba pocas horas de servicio, y entonces no contaba con el apoyo de los consultores, tan necesario para lograr un gran número de instalaciones.
Muchos años después de desarrollar CG/IFS, volaba en un avión de Barcelona a Londres. Leyendo la típica revista que te dejan las aerolíneas en el bolsillo del asiento, me llamó la atención una frase. Decía algo como: “En la vida tienes lo que te negocias, no lo que te mereces”. La foto del consultor que enseñaba a la gente a negociar, mostraba a un hombre de quien más bien no compraría ni un coche usado. Pero esto quizás sólo me enfatizó la gran verdad que se oculta en este frase. Si en el año 1979 en Venezuela hubiéramos sabido negociar con nuestros clientes, como sabían por ejemplo las empresas consultoras, quizás hubiéramos desarrollado un software con mucho más éxito comercial.
Todo esto lo cuento como un ejemplo más de las múltiples razones de por qué un producto de software no llega a la relevancia mundial. Confieso que cuando empezaba este “post,” en realidad tenía en mente ir en otra dirección. Pero la temática de productos de software es muy amplia… Otro día quisiera volver a comenzar con la definición de Wikipedia y hablar de las dos formas de comenzar un producto importante.